Completamos nuestro repaso a qué hacer en Barcelona en tres días (puedes consultar aquí el día 1 y el día 2 ) con una última jornada cargada de emociones fuertes, en la que visitarás algunos de los lugares más icónicos de la ciudad. Saliendo del hotel, la Línea 4 del Metro te dejará a las puertas del Hospital de Sant Pau, uno de los grandes hitos de la ruta modernista de Barcelona, obra del arquitecto Lluís Domènech i Montaner. La visita guiada te permitirá descubrir los secretos de un recinto que parece sacado de un cuento de hadas, en el que encontrarás preciosos jardines, esculturas, vitrales, mosaicos y todo tipo de artes aplicadas.
Además del mayor conjunto arquitectónico modernista del mundo (declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997), el Hospital de Sant Pau es también un centro de investigación, conocimiento y divulgación que acoge a diferentes organismos internacionales en los ámbitos de la salud y la educación. Desde allí puedes dar un agradable paseo por la Avenida Gaudí hasta llegar, por fin, al gran icono del modernismo y de la ciudad de Barcelona: La Sagrada Familia. Su majestuosa belleza y la riqueza casi infinita de sus matices decorativos, arquitectónicos y simbólicos son tales que podrías pasarte un día entero contemplándola y conociendo su increíble historia. El edificio representa los símbolos de la fe cristiana a través de una deslumbrante conjunción de todas las disciplinas artísticas. El exterior cuenta con tres fachadas. La del Nacimiento, profusamente decorada y llena de vida, representa el nacimiento de Jesús. La de la Pasión, más austera, refleja el sufrimiento de Cristo durante la crucifixión. Por su parte, la fachada de la Gloria representa la Muerte, el Juicio Final, la Gloria y el infierno. Cuando finalicen las obras, el templo estará coronado por 18 torres (en la actualidad solo 8 están terminadas) de las cuales 12 estarán dedicadas a los apóstoles, cuatro a los evangelistas y una a la Virgen María. La última, dedicada a Jesucristo, acariciará el cielo de Barcelona a 172’5 metros para convertir a La Sagrada Familia en el edificio más alto de Barcelona. No menos espectacular, la decoración interior de la basílica está basada en las formas de la naturaleza, imitando un gran bosque de piedra.
Tras más de un siglo en construcción (los trabajos empezaron en 1882), se espera que la obra cumbre de Gaudí esté finalizada en el año 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte del arquitecto catalán.
La fantasía hecha parque
Si todavía no estás cautivado por el legado de Gaudí en la ciudad, la siguiente parada te llevará al Park Güell (puedes tomar las líneas 4 o 5 del metro). Un lugar mágico en el que el arquitecto catalán dejó fluir toda su fantasía para crear una perfecta simbiosis entre arquitectura y naturaleza. Entre sus espectaculares terrazas, mosaicos y esculturas destaca el lagarto de la fuente de la entrada principal, convertido en uno de los iconos de Barcelona.
Además, el parque ofrece excelentes vistas de la ciudad y cuenta con muchos lugares tranquilos en los que descansar, relajarse o hacer un picnic. Si tienes tiempo y el cuerpo todavía aguanta, no puedes dejar de visitar el Parque del Tibidabo (al que puedes acceder subiendo con el funicular). Además de la diversión que garantizan sus atracciones, podrás disfrutar de unas magníficas vistas panorámicas de la ciudad como guinda perfecta para tu visita a Barcelona.
Esta es solo una sugerencia de los que se puede hacer en Barcelona en tan solo tres días, en un recorrido que podrás moldear según tus gustos, pasiones y preferencias. No dudes en preguntar a nuestro staff sobre cualquier duda, ¡¡estaremos encantados de darte toda información y nuestras recomendaciones!!