La Plaza Reial de Barcelona es una de las más emblemáticas de la ciudad. Debe su nombre al rey Fernando VII, época en la que se construyó tal y como la disfrutamos hoy en día. Sin embargo, tiene una interesante historia que vale la pena conocer. Plaza Reial está situada en el centro de La Rambla de Barcelona, a escasos metros de nuestro Hotel Arc La Rambla, tiene forma rectangular y está rodeada de palmeras, de arcos neoclásicos de medio punto y edificios idénticos en los que residieron familias de la burguesía barcelonesa. El arquitecto responsable de su construcción fue Francesc Daniel Molina Casamajó, quien se encargó de realizar el diseño siguiendo el estilo de las plazas españolas del siglo XIX.
Una plaza sobre los restos del convento Santa Madrona
Antes de construirse como plaza, existía sobre esos terrenos el convento Santa Madrona, de la orden de los capuchinos. Dicho edificio fue desmantelado en 1835 debido a la desamortización de Mendizábal (ley anticlerical del siglo XIX), pero sobrevivió a la quema. Durante unos años se reinstauró como escuela y teatro hasta que se destruyó y se convirtió en la Plaza Reial. El rey Fernando VII quiso instalar en el centro de la plaza una estatua ecuestre, pero no llegó a construirse por la llegada de la I República Española (1873-1874). En su lugar se situó una hermosa fuente denominada “Las Tres Gracias”, construida con hierro fundido en los talleres Durenne de París y flanqueada por dos columnas del arquitecto Gaudí.
Un lugar bohemio
La Plaza Reial es actualmente un lugar donde se respira un ambiente bohemio, con bares y restaurantes situados bajo los arcos, sitios perfectos para tomarse una copa al atardecer. En este rincón de la Ciudad Condal también pueden encontrarse bares tradicionales como el mítico Glaciar, que conserva la decoración de hace un siglo, así como músicos callejeros y locales de ambiente. En definitiva, esta plaza es un lugar recomendable para visitar en verano caminando desde el Hotel Arc La Rambla.