La Manzana de la Discordia de Barcelona reúne tres obras cumbre del modernismo catalán. Te contamos la increíble historia de la Casa Lleó y Morera, la Casa Ametller y la Casa Batlló
El Passeig de Gràcia de Barcelona acoge, en una misma fachada, tres de los mejores ejemplos del modernismo catalán: la Casa Lleó Morera (obra de Lluís Domènech i Montaner), la Casa Ametller (de Joan Puig i Cadafalch) y la Casa Batlló (de Antoni Gaudí), que compiten entre sí en belleza desde su construcción. Un museo de arquitectura al aire libre que surgió de la sana rivalidad entre tres de los arquitectos más brillantes del modernismo catalán, que pugnaron por construir los monumentos más bonitos. Esta disputa llevó a los barceloneses a denominar cariñosamente a este bloque de edificios como “La Manzana de la Discordia”.
Todo empezó a finales del siglo XIX, cuando una ordenanza municipal permitió romper con la estricta monotonía exigida por el plan urbanístico de l’Eixample. Ideado por el arquitecto Ildefonso Cerdá para ampliar Barcelona más allá de sus murallas, el plan imponía que las fachadas tuvieran unas características determinadas. Así, a partir de 1891 los arquitectos tuvieron total libertad para construir otro tipo de fachadas y el conjunto de edificios situados entre las calles Aragó y Consell de Cent se convirtió en el epicentro del modernismo barcelonés, pues los mejores arquitectos del momento levantaron allí obras emblemáticas. Un conjunto de edificios diferentes y fascinantes, cada uno a su manera, que aglutinaron la esencia modernista en una muestra de los contrastes entre las distintas tendencias arquitectónicas de la época.
Casa Amatller
Reformada entre 1898 y 1890 por Joan Puig i Cadafalch, esta impresionante casa museo está abierta al público desde 2015 y es sede del Institut Amatller d’Art Hispànic. El inmueble está inspirado en los palacetes neogóticos propios de la arquitectura de los Países Bajos, pero rematado con vistosos elementos modernistas que le dieron una nota de color a la Barcelona gris de finales del siglo XIX. Un mosaico de columnas retorcidas, vidrieras policromadas, extravagantes motivos de cerámica, esculturas, etc. que conserva la mayor parte del mobiliario original y que fue la primera en desafiar la rigidez rectilínea del plan de Cerdá. La Casa Amatller se puede visitar de lunes a domingo, en grupos reducidos de 12 personas acompañados por un guía.
Teléfono: +34 934 617 460
Casa Batlló
En 1904 Antonio Gaudí emprendió la reforma de un modesto edificio de planta rectangular para convertirlo en el espectacular icono del modernismo que es hoy en día la Casa Batlló, Patrimonio Mundial de la Unesco desde 2005. La fachada, desbordante de curvas y colores, representa un mar en calma y supone la máxima expresión de la genialidad de Gaudí, que supo respetar la originalidad de la vecina casa Amatller para establecer un diálogo entre las dos edificaciones. El edificio simboliza la leyenda de la batalla de Sant Jordi, patrón de Cataluña, contra el dragón (representación del mal). En la azotea, el lomo del dragón está representado por tejas de diferentes colores en forma de escamas, atravesadas por una cruz de cuatro brazos que evoca la espada de Sant Jordi. En el último piso un balcón en forma de flor alude al balcón de la princesa y la leyenda popular dice que, en los pisos inferiores, se sitúan los restos de las víctimas del dragón simbolizados por balcones en forma de calaveras y columnas con forma de huesos. Por su parte, la barandilla de una de las escaleras representa las vértebras de la cola del dragón y la sala principal de arcos catenarios evoca a la caja torácica del animal. Sus grandes ventanales ovalados, el trencadís de vidrio de la fachada, los balcones en forma de máscara o el magnífico conjunto de chimeneas son una oda a la imaginación con la que Gaudí llenó la Casa Batlló de rincones mágicos. Puedes visitarla de lunes a domingo de 9 a 21 horas (la última admisión es a las 20 horas)
Teléfono: +34 93 216 03 06
Casa Lleó i Morera
Al igual que sus dos predecesoras, la Casa de Lleó i Morera fue fruto de la reforma de un edifico preexistente, encargada a Lluís Domènech i Montaner. El arquitecto (responsable del Hospital de Sant Pau y del Palau de la Música Catalana, entre otra joyas modernistas) se rodeó de 40 de los mejores artesanos de la época para decorar el edificio de forma rica y profusa con las más diversas técnicas y materiales. La colorida y monumental vidriera obra de Antoni Rigalt, el conjunto escultórico de Eusebi Arnau o los mosaicos de Mario Maragliano son algunos de los mejores ejemplos. Su imponente fachada cuenta con preciosos balcones curvos y está coronada por un esbelto templete. Sucesivas intervenciones a lo largo de los años suprimieron parte de la apariencia original del edificio (especialmente dolorosa fue la destrucción de las ninfas de tamaño natural ubicadas en la fachada, cuyos bustos se conservan en el Museo Dalí de Figueras), pero su última remodelación le ha permitido recuperar su esencia. En la actualidad se puede visitar el patio interior y el piso principal del edificio, uno de los más bellos y mejor conservados interiores modernistas de Barcelona. Los horarios de visita de la Casa Lleó y Morera son de martes a domingo, a las 17 horas en castellano, y también con opciones de visitas en catalán (12 y 18 horas) y en inglés (11 horas).
http://www.casalleomorera.com/
Teléfono: 935 52 26 20
Finalmente, la Casa Lleó Morera se llevó la mítica manzana de oro al ser la única premiada por el Ayuntamiento de Barcelona como el mejor edificio del año (recibió el galardón en 1905). Sin embargo, la discusión sobre cuál es la más bella ha continuado hasta nuestros días. ¡No dudes en visitar estas casas de ensueño y juzga por ti mismo cuál es la mejor de la manzana de la discordia!