Antonio Gaudí dejó una huella arquitectónica única en Barcelona. Entre sus creaciones más espectaculares se encuentra la Casa Batlló, un edificio que tiene vida propia y que con los años se ha convertido en un icono del modernismo en la ciudad.
Historia de la Casa Batlló
Casa Batlló fue construida en 1875 y originalmente no se parecía en nada al edificio que conocemos hoy.
En 1903 el empresario Josep Batlló compró la propiedad y encargó a Antonio Gaudí su remodelación. El arquitecto catalán transformó el modesto edificio en una de las residencias privadas más espectaculares y singulares de Europa, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2005.
El edificio pasó a formar parte de la conocida como Manzana de la Discordia, que reúne en una única fachada tres de las obras maestras de los principales arquitectos del modernismo catalán: la Casa Lleó Morera (obra de Lluís Domènech i Montaner ), Casa Amatller (de Joan Puig i Cadafalch) y Casa Batlló.
Tres edificios que compiten en belleza desde su construcción (el nombre Manzana de la Discordia surge de la sana rivalidad que existía entre sus creadores) y que, juntos, forman un auténtico museo de arquitectura al aire libre en Passeig de Gràcia, en pleno corazón de Barcelona.
Un edificio lleno de simbolismo
La Leyenda de Sant Jordi y Casa Batlló
El edificio representa la batalla de la batalla de Sant Jordi, patrón de Cataluña, contra el dragón (representación del mal). En la cubierta, la espina dorsal del dragón está representada por azulejos de diferentes colores en forma de escamas, atravesada por una cruz de cuatro brazos que evoca la espada de Sant Jordi.
En el último piso hay un balcón en forma de flor en alusión al balcón de la princesa y cuenta la leyenda popular que en los pisos inferiores se encuentran los restos de las víctimas del dragón simbolizados por balcones en forma de calaveras y columnas. en forma de huesos.
Por su parte, la barandilla de una de las escaleras representa las vértebras de la cola del dragón y la sala principal de arcos catenarios evoca la caja torácica del animal.
Sus grandes ventanales ovalados, el trencadís de cristal de la fachada, los balcones en forma de antifaz o el magnífico juego de chimeneas son una oda a la imaginación con la que Gaudí llenó la Casa Batlló de rincones mágicos.
Inspiración de las profundidades del mar
Como constante en prácticamente todas sus obras, Gaudí se inspiró en las formas de la naturaleza para diseñar gran parte de la estructura y elementos decorativos de la Casa Batlló.
La fachada, desbordante de curvas y colores, representa un mar en calma con la cerámica policromada en tonos azules (diseñada entre Gaudí y Josep Maria Jujol) y la riqueza cromática de las ventanas.
De la fachada también emergen balcones con rejas de hierro fundido y mármol sobre pedestales en forma de concha.
Igual de espectaculares, los patios interiores ondulantes evocan las profundidades del mar con su original sistema de ventilación, los lucernarios en forma de caparazón de tortuga, las barandillas que parecen la columna vertebral de un gran animal y el increíble dominio de la luz, el color y el diferentes materiales decorativos (vidrio, madera, hierro, etc.).
Interior de Casa Batlló
El interior del edificio, donde las líneas rectas parecen estar prohibidas, se articula en torno a un patio central de 50 metros cuadrados diseñado para maximizar el aprovechamiento de la luz natural. La decoración de cerámica blanca y azul recuerda a una cueva submarina.
La planta noble, donde vivía la familia Batlló, fue diseñada íntegramente por Gaudí, incluido el mobiliario y el resto de elementos decorativos.
Información y horarios
Cómo llegar allá:
Casa Batlló está a unos 25 minutos andando desde el Hotel Arc, por lo que si te apetece puedes dar un agradable paseo por tres de las principales calles y plazas de Barcelona: La Rambla, Plaça Catalunya y Passeig de Gràcia.
Si quieres ir en transporte público, la mejor opción es coger el metro en la parada Drassanes (línea L3, verde) hasta llegar a la parada Passeig de Gràcia.
Horarios y entradas:
Por lo general, Casa Batlló se puede visitar todos los días entre las 9 y las 21 horas, aunque se recomienda consultar directamente en su web el calendario de apertura y el precio de las entradas porque se organizan muchos eventos especiales a lo largo del año.
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