El Gran Teatre del Liceu está situado en mitad de La Rambla, en el tramo conocido como La Rambla dels Caputxins, y es uno de los edificios más representativos de Barcelona. El edificio tiene más de 200 años de historia y sobrevivió a todo tipo de incidentes. Muy vinculado a la sociedad civil y política barcelonesa, la fachada es de estilo neoclásico y la Sala del Teatro actual tiene forma de herradura con capacidad para 2.300 localidades distribuidas en 6 plantas.
En mitad de la elegante curva de la herradura se encuentra situada la caja real. La decoración de las butacas y la acústica de la sala la convierten en uno de los espacios teatrales más solemnes de la arquitectura del siglo XIX.
Sus inicios en 1837
La construcción del Liceu fue impulsada por la Sociedad Dramática de Aficionados, un grupo de ciudadanos amantes de la música y la cultura, de ideología liberal creado en 1837. Un año después, crean el Liceo Filarmónico Dramático Barcelonés, coincidiendo con el reinado de Isabel II y con una época de expansión demográfica y explosión cultural de Barcelona.
La alta burguesía y el éxito del Liceo Filarmónico promueven la construcción del edificio del Teatre del Liceu en el año 1847 en el lugar donde se encontraba situado el antiguo convento de los Trinitarios de la Rambla. Los pisos inferiores estaban reservados para la burguesía (podían comprar acciones y tener asientos asignados), mientras que los palcos 4º y 5º eran apodados como “el gallinero” al que tenían acceso las clases menos pudientes.
La noche de su inauguración el programa del Teatre del Liceu incluyó una obertura, una obra histórica, un ballet y una cantata. En el periodo comprendido entre las dos guerras mundiales funcionó exclusivamente como un teatro de ópera donde actuaron artistas de la talla de Maria Callas y Enrico Caruso.
Dos incendios y un bombardeo
El edificio del Liceu sufrió un primer incendio en 1861 quedando destruidos la sala y el escenario. Un año después volvió a reabrirse, pero en 1893 un anarquista lanzó dos bombas desde la platea causando la muerte de 20 personas. A pesar de la época de convulsión social y política, el Liceo logró recuperarse y sobrevivir intacto a la Guerra Civil Española de 1936.
Sin embargo, en 1994 sufrió un duro revés: un incidente durante un ensayo provocó un incendio que quemó por completo el escenario y el auditorio. Curiosamente sobrevivieron la estructura y las mismas secciones que en el incendio de 1861, pero causó un gran impacto emocional en la sociedad catalana y musical española. Las autoridades catalanas y empresas mecenas consiguieron reconstruir el teatro dotándolo de una mejor infraestructura y conservando el diseño de la fachada original y estructura neoclásica. Se inauguró de nuevo en 1999 dotado con medidas de seguridad únicas en el mundo.
Actualmente, el Gran Teatre del Liceu ofrece todo tipo de espectáculos musicales y puede visitarse. El recorrido incluye el vestíbulo histórico, el Salón de los Espejos, salón anexo al auditorio donde se reunía la burguesía catalana, y la Sala de Conciertos, considerada la más grande de Europa en su sector.
Hotel Arc La Rambla se encuentra situado a menos de 100 metros del Teatre Liceu, por lo que la visita a este símbolo histórico de Barcelona es muy recomendable.